Secretario de la Seguridad Nacional, John Kelly
Una
de las preguntas que recibo con más frecuencia tiene que ver con el TPS. Más específicamente, personas me quieren
hablar sobre el future de TPS bajo la administración del presidente Donald
Trump.
Sinceramente,
la pregunta tiene una fundación válida.
El pasado mes, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, dijoclaramente que las personas en E.E.U.U. con TPS debido a desastres que se
registraron hace años “quizá deberían empezar a pensar sobre volver a casa.”
Debido
a ésta declaración, es lógico presumir que el TPS corre peligro, sobre todo el
TPS para los salvadoreños, hondureños y nicaragüenses.
Sin embargo,
ahora no es momento de pánico. Como ha
dicho la embajadora de Honduras a los E.E.U.U., todavía es pronto para saber si
habrá cambios en la política estadounidense.
Mientras
tal vez esté “en la mesa” de negociaciones el TPS, es importante recordar que más
que 260,000 salvadoreños y 86,000 hondureños son beneficiarios del programa. Ni Estados Unidos tiene los recursos para
arrestar y deportar tantas personas de una vez.
Aún
si pudiera detener a tantas personas, el gobierno deberá saber que muchos
calificarán para amparos en procedimientos de deportación. Añadir a tantas personas al sistema de
deportación sería un desastre para un sistema de cortes ya completamente inundado por casos.
Si aquellas
complicaciones no son suficientes para disuadir al gobierno de cualquier decision
de cancelar al TPS, existen otras razones muy importantes. Primero, Honduras y El Salvador no están en
una posición de aceptar a tantas deportados y no es probable que estén listos
por muchos años todavía.
El
Salvador sigue siendo uno de los países más violentos del mundo. Honduras también. No importa que John Kelly no lo cree.
La violencia en Honduras y El Salvador sigue
En
otras palabras, cancelar TPS sería un desastre no solamente para los más
afectados (los que lo perderían), sería un desastre para toda la region.
Miles de refugiados siguen huyendo de El Salvador y Honduras
Sabremos
más cuando le toque al Departamento de Seguridad Nacional decider extender o no
al TPS para los hondureños. Hay mucho
que puede pasar hasta entonces. Por ahora,
nadie se va a beneficiar sometiendose al pánico. No sabemos lo que va a pasar y debemos
presumir.
En éste
clima, siempre es mejor prepararse para lo peor, pero seguir adelante esperando
lo mejor.
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